Huellas Digitales
Los expertos en investigaciones usan varios tipos de evidencia que los ayudan a identificar y llevar a juicio un sospechoso en un caso criminal: desde la evidencia básica como la identificación por testigos a una altamente compleja evidencia forense que incluye el análisis de ADN.
Las huellas digitales son unas de las “pistas” más comunes que busca un perito investigador ya sea en la escena del crimen o en el arma supuestamente usada en el crimen.
Aunque la evidencia de huellas digitales ha sido usada durante más de un siglo como una prueba infalible en casos criminales, hay una creciente preocupación de que no sean tan fiables como las fiscalías, jurados, e incluso los científicos pensaban.
¿Cuánto tiempo ha estado la policía usando las huellas dactilares como evidencia?
En el siglo 14 un médico persa descubrió que no hay dos huellas digitales iguales, una idea que le ha permitido a los fiscales usar la presencia de las mismas como prueba de identificación. Sin embargo, no fue hasta el siglo 19 que la evidencia de huellas se usó en una investigación criminal. En 1892 un policía argentino identificó a una mujer como la asesina de sus dos hijos basándose en sus huellas digitales ensangrentadas en la puerta.
Desde entonces, el análisis de las huellas digitales ha sido proclamado como infalible, debido en gran parte a la teoría de que las huellas son una característica de identificación sin par.
¿Cómo se recogen e identifican las huellas digitales?
Las huellas digitales, a menos que hayan sido dejadas como una marca clara sobre una sustancia o sobre vidrio, son invisibles a simple vista. Recolectar y analizar las huellas que quedaron en una escena de crimen puede ser un proceso complejo.
El patrón de una huella dactilar se determina por la fricción de la rugosidad en la punta de los dedos. Estas rugosidades contienen poros de sudor, y cuando una persona coloca su mano en una superficie plana, el sudor y la secreción del cuerpo se transfieren a esa superficie, dejando la impresión de la huella digital.
Los peritos las hacen visibles usando un polvo especial y químicos. Las huellas visibles entonces son “levantadas” y enviadas a un laboratorio para análisis.
Aunque puede ser difícil obtener una huella completa, el análisis usa técnicas de aumento para obtener una imagen más nítida de la huella, y hacer la identificación basada en la misma.
¿Cuán confiables son las huellas dactilares como evidencia?
La policía, la fiscalía y los jurados inmediatamente toman el análisis de huellas digitales como infalible. Ellos creen que ya que no existen dos huellas iguales, la presencia de las huellas dactilares de una persona en la escena del crimen es una evidencia de culpabilidad innegable.
Sin embargo, la evidencia de huellas digitales no es de ningún modo infalible.
Porque no hay forma de determinar la fecha en que la huella se transfiere a una superficie, la mera presencia de una huella digital sólo muestra que una persona estuvo en ese lugar o tocó ese objeto en algún momento. No indica que la persona estuvo allí cuando se cometió el crimen o que haya usado ese objeto para cometer el crimen.
Más aún, existe una creciente preocupación de que las tecnologías usadas para acentuar huellas parciales o huellas manchadas puedan ser imprecisas.
Para encontrar una concordancia (match) o una identificación positiva de huellas, el análisis debe encontrar un número o puntos específicos en la huella recogida en la escena del crimen que coincida con la huella digital del sospechoso. Pero hasta los expertos difieren sobre el número de puntos de coincidencia que indican una verdadera concordancia (match); algunos requieren 20 puntos, y otros requieren sólo 12.
En 2002, un juez federal dictaminó que la evidencia de huellas digitales no reunía los patrones de evidencia científica estipulados por la Corte Suprema, diciendo que no reunía tres de los cuatro patrones. Sólo unos meses después, sin embargo, el juez cambió de parecer y permitió que un agente del FBI testificara que una huella digital en la escena del crimen era un match.
La evidencia de huellas digitales y otros tipos de evidencia científica son en general difíciles de negar, simplemente porque cualquier tipo de identificación considerada “científica” es a menudo percibida como confiable. Sin embargo, a medida que evolucionan las tecnologías, muchas anteriormente consideradas técnicas de investigación -análisis de mordidas, detector de mentiras- demuestran ser menos confiables de lo que se pensaba.